Con Ágora, Alejandro Amenábar traslada al público a la época en que el Imperio Romano arribó a Alejandría, Egipto. El filme se concentra en la vida de Hipatia, antigua matemática, filósofa y astrónoma que además fungía como maestra en la Biblioteca de Alejandría.
Se muestra a una Hipatia que inició su aprendizaje e investigaciones desde joven, centrando su vida en torno a su trabajo con pasión. Debido al contexto social enfrentó diversos contratiempos y quedó atrapada en el conflicto social que finalmente la llevaría a ser asesinada en manos de los parabolanos por ser acusada de brujería y ateísmo.
Si bien la película tiene incongruencias a nivel histórico con varios de los personajes plasmados, destaca en aspectos de producción y al plasmar diversas situaciones sociales de manera acertada; recopilando varias de las más reconocidas teorías de la comunicación se presenta el siguiente análisis de Ágora bajo los ojos de los estudios actuales de la sociedad.
Para comenzar, se encuentra la presencia del empleo de la Teoría de la Aguja Hipodérmica, que menciona cómo la sociedad a nivel de masas puede ser manipulada por los medios al enviarles mensajes tan fuertes y repetitivos que logren inyectar una idea en su mente.
A pesar de que en aquella época no se contaba con medios de comunicación masivos como en la actualidad, los discursos que influenciaban a las personas se daban principalmente al púbico en las plazas, por medio del boca a boca y, al ser el caso de mensajes religiosos, en las ceremonias que ofrecía la Iglesia.
Era una época de conflicto entre los paganos y el cristianismo, que en aquel momento estaba en crecimiento; esto abrió paso al cuestionamiento de creencias que tenían las personas de la época al ser bombardeados con mensajes totalmente nuevos, esto provocó una propagación rápida de la información que muchas veces era manipulada por quienes emitían para que fuera aceptada sin mayor objeción. Muchos de los paganos se vieron perplejos al ver el modo de predicar e interactuar que proponía la nueva religión, principalmente los que en aquel entonces eran esclavos, ya que se les veía como iguales, situación que les hizo notar la desventaja en que se encontraban y sucumbir ante lo que les estaban predicando respecto al cristianismo.
Tomando en cuenta, la Teoría de los dos escalones, que expone cómo en el nivel superior se encuentran los líderes de opinión a quienes la población general sigue y tiene una buena recepción de lo que éstos exponen, esto se valida ya que los líderes de opinión se caracterizan por tener conocimientos superiores respecto a temas determinados, ser reconocidos y carismáticos. Como parte de ella, dentro del filme se dan a destacar dos personajes: Amonio, un monje parabolano que se encargaba de predicar al público, y Cirilo, Obispo de Alejandría.
Amonio se encargaba de predicar al pueblo de Alejandría con el propósito de convertir personas al cristianismo, llegó a hacerse de seguidores debido a su facilidad en la oratoria y la influencia que lograba en las personas al relacionar la enseñanza de la iglesia con lo que vivía la mayor parte de la población de su época.
Cirilo se hizo de poder gracias a su cargo, sabiendo aprovechar las situaciones y emociones de sus seguidores para instarles a tomar acción de la manera que le resultaba más conveniente. El tener el cargo de Obispo le brindó respaldo y prestigio ante los ojos de los parabolanos y fanáticos religiosos.
Todos estos movimientos de poder y el eventual establecimiento del Imperio Romano sobre Alejandría muestran como el Imperialismo Cultural se daba desde la antigüedad, buscando imponer la política, cultura, tradiciones y creencias de una cultura sobre otra; generalmente dada de la más poderosa hacia la más débil.
En este caso el Imperio Romano, que estaba en crecimiento y ya gozaba de mayor poder en comparación con la situación de división que tenían en Alejandría, fue quien intervino en medio de los conflictos dados entre paganos y cristianos, resolviendo conflictos y matanzas que se dieron bajo motivos religiosos, pero sacando ventaja de ello al mismo tiempo al extender su dominio sobre nuevas tierras y culturas.
Se evidencia la presencia de la Teoría social de Bourdieu, sociólogo francés, al ver como varios de los discípulos que Hipatia poseía como estudiantes en la Biblioteca de Alejandría, con la llegada del cristianismo y su eventual posicionamiento dentro de su sociedad, buscan hacerse de poder social, bienes e incursionan en los ámbitos de la iglesia y políticos, escalando en las jerarquías que estos grupos poseían.
Se muestra como Hipatia iba perdiendo cada vez más la posición, libertad y poder que poseía dentro de sus grupos sociales, a los que estaba acostumbrada al haber crecido con acceso a los conocimientos que se tenían en la Biblioteca de Alejandría y la apertura para enseñar a otros.
Esto, sin contar que desde un inicio se le buscó imponer la idea de un matrimonio y establecimiento dentro de una familia, así como la violencia que ya se presentaba en Alejandría por las revueltas de origen religioso, lo que hace notar la presencia de la Teoría del Cultivo, moviendo la posición social de Hipatia a algo secundario comparado con el poder que se les otorgó a los hombres con quienes ella interactuaba e incluso tuvo como discípulos.
Desde el inicio de la película se muestra a Hipatia impartiendo clases donde exponía tanto teorías preestablecidas como sus propios pensamientos respecto al tema, nadie cuestionaba su autoridad ya que dentro de su sociedad se le veía como un prodigio a nivel académico, a pesar de que no se le considerara totalmente como un igual al lado de los hombres. Esto cambió cuando se les despojó de la Biblioteca de Alejandría y tuvieron que vivir en exilio, le empezaron a hacer un lado y desprestigiar el trabajo de su vida, ya no poseía un espacio apropiado para realizar sus investigaciones; así también, la población se vio alienada a considerarla una amenaza y perseguirla de manera activa.
Como conclusión, se destaca la manera en que los hechos sociales pueden modificar trascendentalmente la realidad de las personas, así como los conocimientos que éstas consideran verdaderos o falsos, sobre los que van a regir sus pensamientos y creencias.
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