La semana santa es una celebración a nivel mundial que conmemorar la pasión, la muerte y resurrección de El Señor Jesucristo, ocasión que, en países hispanohablante, sobre todo en América latina, forma parte esencial de su cultura, al punto de hacerse un asueto nacional en algunos países como el que se abordarán esta oportunidad, El Salvador.
En El Salvador actualmente la semana santa se celebra iniciando con el domingo de ramos; aunque los días más importante a nivel litúrgico son tres, Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado de Gloria, y culminando con el Domingo de Resurrección.
A nivel nacional los estudiantes desde kínder hasta nivel universitario tienen un asueto de una semana completa. Sin embargo, a nivel laboral únicamente se cuenta con los tres días más importantes, aunque dependiendo del rubro y decisiones de las mismas empresas “En El Salvador, los jueves 06, viernes 07 y sábado 08 de abril de 2023, son asuetos remunerados. Si un colaborador trabaja en dichos días, se le deberá pagar doble” (BLP, Feriados por semana santa en Centroamérica, 30 de marzo de 2023, https://blplegal.com/es/feriados-por-semana-santa-en-centroamerica-2023/#)
Pero ¿Por qué se considera asueto? Pues además de ser ya por costumbre, originalmente es algo que viene desde Roma, que al llegar al nuevo mundo y colonizarlo, se decretó que también debería ser asueto en todos los países en los que se practicara el catolicismo.
En El Salvador se hacía para poder llevar a cabo diferentes tipos de actividades en honor a la conmemoración, pues existía un gran porcentaje de población que practicaba el catolicismo, tanto patrones como peones, quienes participaban en dichas actividades. Una de las actividades más representativas de esta semana es la creación de las alfombras llevada a cabo en algunos lugares desde la madrugada el viernes santo hasta la tarde antes de la procesión, y que en pocas palabras consiste en dibujos alusivos a la vida cristiana y a los misterios del Santo Rosario, sobre todo a los de la crucifixión. Dichas alfombras son elaboradas en el piso, normalmente en las calles aledañas a una iglesia, y están hechas de sal o aserrín pintado, representando la santificación del suelo por donde pasa cristo, en la recreación de la pasión, muerte y resurrección de El señor.
Estas alfombras son hechas por diferentes grupos pertenecientes a las parroquias e iglesias, aunque existen grupos que, aunque no formen parte, aun sus integrantes practican el catolicismo o fueron fundados por alguien que lo hacía y lo determino en sus estatutos, como lo son organizaciones benéficas o uno de los más reconocidos, los grupos scouts a nivel nacional.
Al ser esta una costumbre reconocida no se puede dejar de lado la opinión de los feligreses, participantes o espectadores, por lo que se decidió ir al campo a entrevistar alguno de estos, a continuación, algunas de estas opiniones: “durante este día salimos a las 9 de la mañana para planificar la actividad en la iglesia de la colonia, durante el transcurso de la mañana, pasamos avisando al resto de vecinos que cerraremos la calle a las 4” Niña Norma Escalante, propietaria de una tienda cercana y feligrés de la Iglesia del Santísimo Sacramento, ella nos cuenta su experiencia en la realización de alfombras, acto que lleva viviendo por más de 15 años y que siempre ha gustado de participar además de otras actividades religiosas que propone la iglesia. Ella menciona que se suelen mantener las mismas personas, pero que cada cierto tiempo se une gente perteneciente a colonias aledañas “Es agradable ver como varios jóvenes nuevos se animan a participar ayudando con las alfombras y con los preparativos para el vía crucis, compartir este momento con otras personas es algo que me alegra” añadió.
Por otro lado, tenemos a don José, vecino y dueño de una pupusería en la colonia, que nos cuenta “me agrada ver como mi familia disfruta estas actividades, por lo menos es algo sano para realizar” pues su esposa y sus hijos si practican el catolicismo a diferencia de él “también cuando puedo me animo a participar, aunque no lo viva de la misma manera comparto un agradable momento con ellos y los demás de la colonia” añadió.
El en momento del vía crucis se observa cómo la gente vive o “siente” el momento en donde se realizan las demostraciones teatrales, todos experimentan el luto de diferente forma, así como nos cuenta Alejandro, un joven que participa en el vía crucis sirviendo de actor en la representación:
“Es bonito participar, en lo personal como católico y creyente, este momento me pone algo triste por la crudeza de ciertas situaciones que acontecieron a Jesús durante este día, a pesar de ello recuerdo mis propósitos como católico y las cosas que Jesús espera de mí. Ahora me toca participar como Longinos, el año pasado fui Jesús”
la semana santa además de ser “vacaciones” es un tiempo de unión y reflexión para el país, donde tanto católicos y no católicos pueden presenciar y dimensionar el sacrificio que hace dos mil años un hombre de buena voluntad dio su vida por aquellos que lo necesitaron y que ahora muchos deberían tener presente sus enseñanzas y su vida como un ejemplo a seguir.
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