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  • Foto del escritorJonathan Morales

Saliendo de sus raíces en la agricultura, para embarcarse, en el mundo de la mano de obra

Por Jonathan Rodolfo Palacios Morales

José Mauricio Arévalo es un salvadoreño de 49 años, residente del municipio de Santiago Nonualco, departamento de La Paz, el cual proviene de una comunidad llamada Hoja de Sal. A su corta edad de tan solo 12 años se enfrentó a la lucha y realidad que muchos jóvenes de El Salvador afrontan ante la necesidad de adquirir un trabajo y dejar sus estudios por la falta de oportunidades.


Se embarcó durante muchos años en la cañicultura, un término empleado hacia el rubro de la siembra de caña, una labor la cual es una de las más arduas en el trabajo de campo, por la dificultad de ello, en la cuál las personas deben de enfrentarse día a día al sol abrazador y teniendo que trabajar durante largas jornadas para ganarse el sustento y poderlo llevar a su familia quienes le esperaban en casa.

Los jefes de la cooperativa a la cual pertenece Arévalo vieron su empeño y dedicación en su trabajo, por lo cual toman a bien enviarlo a Canadá y que este fuese parte de dos cursos en agronomía. Arévalo paso un proceso de mucho aprendizaje, desde lo más básico y llegando hasta un nivel más superior. Esto le permitió ser la persona encargada de examinar los cultivos y que estos se dieran de la mejor manera, aunque esto le requería más tiempo y le acompañaba más presión en su trabajo.


A sido una persona la cual anheló salir adelante, por ello tomó la decisión de dejar atrás su trabajo en el campo, para envolverse en el rubro de la mano de obra, dado que el trabajo en el campo no tiene una buena remuneración, a sus 28 años tomo a bien dar un salto y empezar en un nuevo trabajo el cual desconocía totalmente, pero su visión era aprender y no darse por vencido ante las adversidades que se pudiesen presentar en su camino, "No ha sido fácil llegar a ser maestro de obra, tuve que comenzar desde cero como un ayudante de albañil, alcanzando bloques, haciendo mescla y demás" relata Mauricio Arévalo.


A lo largo de 21 años, Arévalo se ha dedicado de lleno en este trabajo y entregado muchos proyectos a sus clientes que el con mucho anhelo ha llevado a cabo, "Para mi es un placer y un orgullo el entregar dichas obras y escuchar de las personas decir que el trabajo esta más que perfecto tal cual ellos lo anhelaban".


Arévalo hoy en día, sigue dedicándose al rubro de la mano de obra y cosechando muchas más experiencias y con ello, siendo un amigo y mentor para aquellos jóvenes que deseen aprender este trabajo. A pesar de todo esto, no olvida su trabajo en la agricultura y sigue apoyando a la cooperativa a la cual pertenece y siempre recuerda con una sonrisa todo el proceso por el cual paso pero que, sin duda, Dios y su familia fueron el factor clave que lo hizo seguir adelante y no darse por vencido.

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