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  • Foto del escritorKatherinne Michelle Nolasco Jovel

LA RIQUEZA DEL CENTRO HISTÓRICO MONSEÑOR ROMERO

Actualizado: 8 jun 2023



El museo Monseñor Romero está dedicado a un profeta y mártir salvadoreño que se conoció por el "voz de los sin voz" en referencia a alzar la voz por todas las injusticias que sufrían los pobres y las personas inocentes. Esto ocurrió en tiempos difíciles, en los que vivieron una etapa de violencia donde el gobierno y los grupos terroristas intervienen ante el desarrollo de los sucesos.


La iglesia católica salía ante la defensa de las injusticias que se estaban cometiendo, pero, a raíz de esto, comenzó un descontento que atacó a personas inocentes, entre ellos la muerte de varios sacerdotes, fieles laicos y las amenazas constantes que le llegaban a Monseñor Romero.


Monseñor Óscar Romero hace un llamado a la cordura y la reflexión. “Nuestro país no puede seguir así. Hay que superar la indiferencia entre muchos que se colocan como meros espectadores ante la terrible situación, sobre todo en el campo. Hay que combatir el egoísmo que se esconde en quienes no quieren ceder de lo suyo para que alcance a los demás. Hay que volver a encontrar la profunda verdad evangélica de que debemos servir a las mayorías pobres”.

Al defender y hablar en sus homilías sobre los acontecimientos que se estaban viviendo, y alzando la voz por todos aquellos que no pudieron, Monseñor presenció cómo los grupos terroristas intervienen en su contra, haciéndole sentir inseguro y traicionado, pero esto no lo detuvo. Mientras realizaba la que sería su última homilía, fue atacado por un franco tirador, recibiendo un disparo en el pecho al momento en el que se estaba preparando para consagrar la eucaristía.


“He sido frecuentemente amenazado de muerte. Debo decirle que, como cristiano, no creo en la muerte sin resurrección: Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño”, dijo Monseñor Romero.

El Centro Histórico Monseñor Romero, conmemora el nombre de un gran personaje que tuvo influencia, siendo el defensor y luchando por la justicia del pueblo salvadoreño. Para los cristianos católicos es grato visitar el museo que lleva su nombre, dentro del cual se encuentra el templo donde realizó su última homilía. Entrar, ver el altar y presenciar el lugar donde recibió el disparo que lo llevó a la muerte es muy nostálgico, así mismo, se muestra un audio, debido a que todas sus homilías eran grabadas y esa no fue la excepción, se escucha sus últimas palabras y al final un fuerte disparo que provoca un nudo en la garganta acompañado de un sentimiento de dolor en el pecho.


Luego de la muerte de Monseñor Oscar Arnulfo pasó a llamarse "Capilla Monseñor Romero".
Capilla del hospital Divina Providencia

Las personas del lugar cuentan que a Monseñor no le gustaban los lugares amplios con buena decoración y comodidades, más bien prefería habitar en uno de los cuartos más pequeños dónde solo tenía espacio para una pequeña cama y una mesa. Un gran ejemplo de humildad para todos. No obstante, se le dio una pequeña casa en el cual, hoy en día, es parte de un museo, de modo que se muestra todo lo que perteneció a él, su cama, silla, armario, carro, cada vestimenta que utilizaba es sus homilías, libros y todo lo demás, mostrando el estilo de vida que él llevaba.


Hay un cuarto especial, que es donde se muestra en vitrina algunas prendas, fotografías y cuadros en de gratitud en honor a todo el agradecimiento ofrecido a Monseñor por el valor y entrega a su pueblo. Por lo que a experiencia se puede mencionar como desde el momento en el que se entra a presenciar cada parte que perteneció a él, la sensación es diferente y se siente la santidad que desprende de todo lo que hay dentro. Se logra presenciar una cercanía con Dios, a causa de la paz que transmite estar en el lugar y la inspiración que genera de querer lograr una conversión en nuestras vidas, ser alguien mejor y caminar sin miedo a lo que pueda suceder como él mismo mencionó diciendo que el martirio es una gracia de Dios que no se cree merecer. Pero si Dios acepta el sacrificio de la vida, que la sangre sea la semilla de libertad y la señal de que la esperanza será pronto una realidad.



Para concluir, el centro histórico Monseñor Romero es más que un museo de exhibición, el verdadero valor está en conocer la historia de una persona que se beatificó cómo mártir por la lucha en defender a todo aquel que no podía hacerlo, además de esto, a unos kilómetros está el Hospital Divina Providencia, al cual dedicaba su tiempo para visitar a los enfermos y ayudar mientras se podía en las necesidades de los más pobres. Sin duda alguna es una persona que no ha sido olvidado en los corazones de muchos laicos y personas que le tomaron mucho aprecio.

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