Miles de niños en riesgo de muerte por desnutrición mientras el conflicto interno persiste
En medio de una crisis humanitaria y un conflicto violento que no acaba, a terminando afectando a más de 50,000 niños menores de cinco años en Sudán del Sur está en riesgo de morir por desnutrición severa, según UNICEF esta alarmante situación se da en el contexto de la nación más joven del mundo, que enfrenta una emergencia nivel 3, siendo el más alto según la ONU.
Desde los enfrentamientos que se tiene entre el gobierno y las fuerzas rebeldes estallaron en diciembre de 2013, 1.7 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. De ellos 1.3 millones han buscado refugio dentro de Sudan del Sur y 442,600 se han refugiado en países vecinos. Más de la mitad de los desplazados son niños, quienes enfrentan crecientes riesgos de enfermedades y reclutamiento forzado en grupos armados.
UICEF ha destacado que “el número de niños que sufren desnutrición aguda se ha duplicado desde que el conflicto comenzó” pasando de 108,000 en 2013 acerca de 250,000 en 2014. Además, se advierte de una posible hambruna si el acceso a suministros y ayuda sigue bloqueado y si los agricultores no pueden regresar a sus hogares.
La historia detrás de Sudan
Sudan del sur, un país rico en petróleo, pero devastado por décadas de guerra, se encuentra en el centro de África y limita con seis países, desde su independencia en 2011, ha enfrentado graves desafíos de desarrollo y estabilidad. A pesar de su potencial económico, la infraestructura y los servicios básicos son extremadamente limitados, lo que afecta más la situación de la población.
Lo que comenzó como una disputa política relacionada con la corrupción se ha trasformado en un conflicto inter-étnico. El ejército se ha dividido y habido enfrentamiento en todo el país, resultando en asesinatos en masa entre diferentes etnias, las fuerzas rebeldes han tomado el control de la ciudad clave de Bentiu, capital del estado de Unity y principal reserva de petróleo del país. Los conflictos étnicos han generado profundas divisiones y resentimientos, complicando aún más los esfuerzos de reconciliación y paz.
A pesar de un acuerdo de paz firmado en mayo de 2014 que incluía un alto al fuego y la formación de un gobierno de transición, la violencia persiste. Según diversas agencias humanitarias, los civiles siguen asustados, huyendo y refugiados en campos de desplazados en condiciones cada vez más precarias. Alice Wairimu Nderitu asesora especial de la ONU ha advertido que la situación actual presenta todas las señales de riesgo de genocidio, señalando que las tensiones y las violencias inter-étnica continúa aumentado.
La falta de alimento y agua, junto con el bloqueo de suministro y la interrupción de la producción agrícola de los agrícolas, ha afectado la crisis.
Los niños están particularmente en riesgo, con muchas áreas afectadas por la desnutrición y enfermedades. Los campamentos de desplazados internos se encuentran en condiciones deplorables, sin acceso adecuado a servicios sanitarios, atención media o educación.
Según el programa Mundial de Alimentos (PMA) 1.7 millones de personas en la región experimentan hambre en niveles de emergencia. La situación se agrava debido a que los combates interrumpen las entregas de asistencia alimentarias. Los alimentos, medicinas y otros suministros vitales son escasos. La situación en los campamentos es particularmente grave, con informes de personas comiendo hierbas y hojas para sobrevivir.
La emergencia humanitaria en Sudan del Sur es única en su gravedad y complejidad. Es la primera vez en la historia de las naciones unidas que hay cinco países en situación de emergencia humanitaria de nivel 3 simultáneamente, y Sudan del Sur con apenas tres años de vida, es uno de ellos.
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación, pero la ayuda ha sido insuficiente frente a la magnitud del problema. Organizaciones como UNICEF, Médicos Sin Fronteras y el Comité Internacional de la Cruz Roja están en el terreno tratando de proporcionar asistencia, pero enfrentan enormes desafíos logísticos y de seguridad.
"Si el acceso de los suministros y la ayuda sigue bloqueado y los agricultores desplazados no pueden volver a casa, enfrentaremos una hambruna devastadora", advirtió un portavoz de UNICEF. La organización ha lanzado múltiples llamamientos para obtener fondos y apoyo logístico, pero la respuesta ha sido limitada. Además, los esfuerzos de ayuda se ven obstaculizados por la inseguridad y las dificultades para acceder a las áreas más afectadas.
El conflicto y la crisis humanitaria también han tenido un profundo impacto en la educación y el desarrollo infantil. Las escuelas han sido destruidas o cerradas, y muchos niños han quedado fuera del sistema educativo, lo que pone en riesgo su futuro. La falta de educación no solo afecta el desarrollo cognitivo de los niños, sino que también aumenta el riesgo de reclutamiento por parte de grupos armados.
La situación en Sudan del Sur requiere soluciones a largo plazo que aborden tanto las necesidades humanitarias inmediatas como las causas del conflicto y la pobreza. La reconstrucción del país, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la promoción de la reconciliación entre diversas comunidades son esenciales para lograr una paz duradera.
La comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para aliviar la situación humanitaria y apoyar una resolución pacífica del conflicto. La vida de miles de niños y el futuro de la nación están en juego. “la situación en Sudan del Sur es un recordatorio urgente de las devastadoras consecuencias de los conflictos prolongados y la necesidad de una intervención humanitaria eficaz y sostenida” comento un representante de la ONU.
Sudan se encuentra en una encrucijada critica la comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para aliviar la situación humanitaria y apoyar una resolución pacífica del conflicto, la vida de miles de niños y el futuro de la nación está en juego.
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