La Fiesta Inolvidable

Escrito por: Rodrigo Velásquez

Había una vez un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, donde todos los habitantes vivían en armonía y se conocían entre todos. La vida en Villa Alegre era tranquila pero un día, un joven llamado Juan decidió que era hora de agitar las cosas y organizar una fiesta que todos recordarían para siempre.

Juan era conocido en el pueblo por su creatividad y espíritu emprendedor. El soñaba con una fiesta que fuera la más grandiosa de Villa Alegre. Decidió llamar a su fiesta

"La Fiesta Inolvidable" y comenzó con entusiasmo a prepararla.

Primero, Juan invitó a todos los habitantes del pueblo a unirse a la fiesta. Rápidamente un grupo de voluntarios se formó y todos se pusieron manos a la obra. Decidieron que la fiesta se llevaría a cabo en el amplio jardín del pueblo, que estaba rodeado de

hermosos árboles y flores.

Para darle un toque especial a la fiesta, Juan y su equipo decidieron que cada rincón del jardín estaría decorado de una manera diferente. Habría una zona de luces brillantes, otra con globos de colores y una tercera con una pista de baile y robot led. También planearon actividades para todas las edades, desde juegos para los niños hasta un concurso de baile para los adultos.

La noticia de "La Fiesta Inolvidable" se extendió rápidamente por todo el pueblo, y la emoción comenzó a crecer. Cada día, los habitantes de Villa Alegre construían con ideas, decoraciones y platos de comida para la gran celebración.

Faltando pocos días para la gran celebración. En las noticias dieron el aviso que a entrado un virus al pueblo, La población alarmada decide cancelar el evento y muchas actividades por venir.

Pasando un día con la noticia del virus, donde las personas no salen de sus casas. el joven Juan que soñaba por hacer una fiesta a lo grande, miraba que todos los planes se le habian caído.

Los meses pasaban, y Juan vio que aún no se termina el virus, pero a lo lejos escucho una radio, donde mencionaban que tenían el medicamento para combatir la enfermedad. Al escuchar eso, el Joven salió a mencionarles a los vecinos que pronto se terminaría la bacteria, ya que hay un medicamento para desaparecerlo.

Luego pasan una noticia en la televisión, donde el medicamento había llegado al pueblo. Lo que tenían que hacer es ir al hospital mas cerca para ponerse la inyección contra el virus. El joven Juan fue a ponerse el primer tratamiento. Al igual que los demás vecinos del pueblo de Villa Alegría.

Pasaron por las tres dosis del medicamento y un año, para que el virus fuera dejando el pueblo. Luego en las noticias anunciaron que con precaución podría salir a las calles. Juan muy contento vuelve con los planes de hacer la fiesta deseada casi por un año.

El joven reunió nuevamente a los vecinos para comentarles que sigue en pie la fiesta planeada, pero lastimosamente se escuchan comentarios que la fiesta no se podrá realizar por los gasto que obtuvieron en el tiempo del virus.

Toda la población con la mirada muy triste al saber que el evento más grande del pueblo no se llevara acabó.

Juan dio una idea para recolectar fondos a la fiesta y llevar diversión a niños y grandes. La idea del joven fue vender charamuscas y chocobanano. Todos aceptaron. Al día siguiente ya tenían las ventas en todo el pueblo. Gracias al esfuerzo de los vecinos obtuvieron una buena cantidad de dinero para realizar todo el evento.

Los amigos de Juan fueron a conseguir todo lo que se va a necesitar para el evento, juegos para los niños, payasos, golosinas y música.

Ya todo bien organizado, el joven decide ir a la iglesia a darle gracias a Dios porque hasta el momento todo se va realizando y pedirle que lo mas planeado por años todo le salga bien.

Finalmente llegó el gran día de la fiesta, y el pueblo se vistió con sus mejores galas y se dirigieron al jardín que se había transformado en un lugar mágico. Las luces brillaban, los globos flotaban en el aire y a música sonaba en todos los rincones.

Los niños disfrutaron de juegos como carreras de sacos tira y afloja, mientras que los adultos se unieron al concurso de baile. La comida estaba deliciosa, con platos tradicionales atol chuco, elotes locos, riguas entre otros. La risa y la alegría no faltaron con los payasos se sentían más unidos que nunca.

Mientras la noche avanzaba, la fiesta alcanzó su punto culminante con un espectáculo de fuegos artificiales deslumbrantes que iluminaron el cielo nocturno. Los habitantes de Villa Alegre miraron maravillados mientras los colores y las formas se reflejaban en sus rostros felices.

Junto a las agrupaciones, orquestas y discomóviles, chicos y grandes bailaban todos los ritmos musicales.

Al final de la noche, la gente se reunió alrededor de una gran fogata para compartir historias y recordar los momentos especiales que habían vivido. Todos estaban agradecidos por la fiesta que Juan y su equipo habían organizado, una fiesta que ciertamente sería inolvidable.

A medida que la noche llegaba a su fin y la última chispa de la fogata se apagaba, los habitantes de Villa Alegre se dieron cuenta de que la verdadera magia de la fiesta no había estado en las luces brillantes ni en los fuegos artificiales, sino en la comunidad unida que habían creado. De un año con el virus que habían pasado y todo en su momento fue tristeza, pero ahora habían compartido risas, amistad y amor, y eso era lo que realmente hacía que esta fiesta fuera inolvidable.

La Fiesta Inolvidable se convirtió en una tradición anual en Villa Alegre, una celebración que recordarían para siempre, no por lo grandiosa que era, sino por lo unidos que se sentían como comunidad, y el espíritu de sus ciudadanos habitantes se mantendría vivo en cada celebración que compartieran juntos.

Todo esto siguió hasta celebrar fiestas del pueblo y fiestas navideñas para compartir en amigos, familiares y vecindad. Todo esto fue gracias a Dios y a la gran idea del joven Juan que es el fundador de todas las fiestas del pueblo Villa Alegre.

FIN