Fredy Zabaleta, un joven de 24 años, pero con muchas experiencias que contar, desde que era un niño despertó su interés por querer ayudar a su país, sin imaginar que a sus 21 años tomaría la decisión de integrarse a el equipo de bomberos de El Salvador. Un joven que, cada mañana se despierta motivado y dispuesto a ayudar a las personas y quien viaja desde Ciudad Arce, hasta San Salvador para llegar a su lugar de trabajo, la estación de Bomberos.
Como muchos jóvenes, Fredy no deja de lado sus sueños académicos, ya que, estudia su tercer año de Ingeniería en Sistemas Informáticos en la Universidad de El Salvador.
Fredy Zabaleta menciona que para lograr ser un bombero, tuvo que prepararse previamente con fuertes entrenamientos, donde aprendió más 20 técnicas de rescate y supervivencia, entre ellas están, aprender a hacer nudos, realizar diferentes tipos de ventilaciones, formas de entrar a los distintos tipos de incendio, rescates verticales, vehiculares y rescates en espacios confinados.
“Para mi ser bombero significa compromiso con los demás y querer lo mejor para la seguridad de las personas”, fue lo que expreso al referirse sobre lo que significa para él servir a la nación, además que aseguro que para apoyar a los demás, no se necesita solamente las ganas de ejercer en el cargo, si no también tener vocación y en varias ocasiones sacrificio.
Su trabajo requiere que esté disponible las 24 horas del día, en caso de que se les presente una emergencia, sin embargo, también cuentan con horarios rotativos para sus días libres y jornadas de día y noche, pero asegura que, es un sacrificio que lo llena de honor y orgullo al desempeñar su trabajo.
Al inicio de su carrera, se le complicaba llevar los estudios y el trabajo de la mano, pues los horarios que tenía consumían su tiempo completo y casi no podía ver a su familia, pero con el paso del tiempo aprendió a organizar su tiempo para poder ver a su familia y su novia, ya que son la razón de su vida.
Lo que más le gusta de su profesión es que, cada día es una experiencia nueva, que le permite desafiarse así mismo ayudando a los demás y convertirse en un héroe anónimo para las personas, un trabajo que hace con mucha satisfacción y pasión.
Uno de los momentos más difíciles que ha tenido que vivir mientras desarrollaba su profesión como bombero, fue el hecho de haber estado cerca de la muerte en un incendio forestal, en el departamento de San Miguel, Chirilagua, en un área protegida del país.
“Nunca había sentido tanto temor como ese día, andaba con mis compañeros en una montaña de la Chirilagua, todos íbamos con las herramientas para combatir el incendio, yo llevaba mi bolsón, un machete y la manguera, nos separamos con mis compañeros para apagar más rápido el fuego y mientras iba caminando, empezaron a caer rocas por un deslave en la montaña”, menciono Zabaleta.
Tras seguir caminando, el vio como una de las rocas se dirigía hacia el y en ese momento el reacciono saltando de donde se encontraba para evitar que la roca lo aplastara, cayéndoles a sus compañeros de trabajo que se encontraban en lo bajo de la montaña, por suerte lo más grave que le paso al tirarse, fueron rasguños de primer grado.
“Fue una experiencia difícil, en la que solo reaccione para tratar de salvarme y gracias a Dios ni yo, ni mis compañeros sufrimos algún percance en esa situación donde pensé que podría ser mi último día de vida”. Agrego el joven con una voz temblorosa.
Para finalizar, Zabaleta, aconseja a los jóvenes que quieren pertenecer al cuerpo de bomberos del país, que se inspiren viendo vídeos de rescate, practicando algún deporte o haciendo ejercicio, lograr tratar de tener la mejor condición física antes de los entrenamientos y que siempre tengan presente la voluntad de querer ayudar a los demás sin esperar nada a cambio y que recuerden que en las situaciones más complicadas lo primero es salvaguardarla vida del bombero.
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