La Semana Santa es el conjunto de celebraciones que se llevan a cabo entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección en las que muchas personas participan en las actividades y tradiciones que incluye esta importante semana en la Colonia Sitio del Niño, una comunidad que esta ubicada en el municipio de San Juan Opico.
Algunas personas fueron muy amables en compartir su perspectiva. Platero es un hombre que siempre ha sido muy entregado a las actividades religiosas y mencionaba que él percibe la Semana Santa como un momento de reflexión, penitencia y renovación espiritual. Platero menciona: «Creo que a toda persona a la que le pregunte y que esté involucrada religiosamente va a coincidir con lo que digo, es de suma importancia esta celebración del año, más que todo, por la devoción, reflexión y renovación espiritual».
Efectivamente, personas coincidieron y expresaban que de esta manera ellos podían tener un acercamiento a lo que fue la vida de Jesús en la tierra.
Hernández añade: «Para mí esta semana es muy importante y representa el hecho de no olvidar todo lo que Jesús vivió por nosotros, para tener bien presente eso y no alejarse, yo en esta semana trato de participar en todas las actividades, mi mamá es muy creyente y agradezco que desde pequeña me haya guiado, ahora que ya estoy grande lo vivo con el corazón, creo que es una forma de pagar lo que Jesús hizo por nosotros, muchas veces no puedo asistir a la iglesia por temas de tiempo, pero al menos esta semana trato de recompensarlo».
La personas de esta comunidad viven esta semana con mucho orgullo y alegría por estar haciendo algo que satisface su corazón. Durante la semana se puede ver a niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores acompañar las oraciones, sacrificios y el arrepentimiento de los pecados por medio de la confesión.
Buscan mostrar su devoción principalmente para hacer consciencia y mantener presente en su colonia el sacrificio de Jesús por todos, este sacrificio incluye a quien esta involucrado religiosamente y a las personas que no. Para un porcentaje de personas, Semana Santa representa unirse al sufrimiento de Jesús acompañando en las actividades, meditando en el comportamiento y vivir de cada uno, para otro porcentaje de personas representa vacaciones, descanso, reunirse con la familia, pareja, socializar, disfrutar de la gastronomía y riqueza cultural que el país ofrece.
Algo muy inevitable de percibir y notar de esta Semana Santa 2023, fue que la cantidad de personas que participaron en las actividades relacionadas ha disminuido en comparación de años anteriores; los motivos pueden ser muchos y diversos, la realidad, es que cada persona es un mundo y tiene su propio estilo de vida.
Hernández considera: «Muchas costumbres se han perdido y en una gran parte proviene de cada hogar, de la forma en que los padres inculcan todas estas actividades y tradiciones, recuerdo cuando estaba pequeña, mi mamá me decía que esta semana teníamos que respetar, y lo hizo hasta que yo podía razonar al respecto. Ahora es muy distinto que antes, hay algunos que dicen que creen en Dios, pero no en la iglesia y al fin de todo, son cosas que se reflejan en el número de participantes en esta semana».
Muchas personas estuvieron de acuerdo con eso; González deduce: «Fuera del aspecto de las creencias o la crianza, pienso que hay personas que por miedo a la pandemia no asisten o también por la pérdida de la fe y el acomodamiento de la gente, considero que es algo que cualquier persona vive en algún momento».
El día viernes, estar en esta comunidad, ver y formar parte de la realización de las alfombras es una gran forma para evidenciar la comunión y crear bonitos recuerdos, las personas resaltaron esta tradición como una de sus preferidas.
Así es como se vive un Viernes Santo en el Centro de San Salvador, estas tradiciones se siguen cada año en todo el territorio de nuestro país:
González comparte: «Entre las actividades de Semana Santa que más me gustan y en las que participo son el Santo Entierro, la Vigilia Pascual y el Domingo de Ramos, yo fui a la Vigilia Pascual que se realizó por parte de la iglesia central de Opico, apagan las luces y todos encendemos las velitas, también el padre tira la palomita y es super bonito».
Hernández dijo: «Lo que más me gusta, definitivamente son las alfombras, se siente muy bonito, en mi caso somos una familia grande, somos seis hermanos, mis tres hermanos mayores ya están casados y ese día nos unimos para hacer las alfombras, ellos vienen desde temprano y llega un momento donde decimos 'Ya es hora, empecemos ya' y allí nos ven tirados a todos en la calle, sucios, dibujando, manchados pintando la sal, llenando los dibujos. En el pasaje, nos repartimos las estaciones por donde pasó Jesús y lo representamos, puede parecer trabajoso, pero es muy divertido y el hecho de compartir y pasar riéndonos, se siente bien y definitivamente son momentos que no voy a olvidar, ya terminadas las alfombras todos acompañamos el Santo Entierro».
Hernández habló sobre sus experiencias, lo mucho que disfruta vivir todas estas actividades y tradiciones con su familia, agrega: «Algo curioso es que el día viernes, llueve, todas las personas dicen que es por lo que vivió Jesús y personalmente pienso que es verdad, es algo que he comprobado, fuertes tormentas en las procesiones, estos últimos años no ha llovido muy fuerte, pero ha pasado que llueve y se han llenado las calles de agua, nos cubre los pies y regresamos empapados de las procesiones por las tormentas, pero son experiencias y parte del sacrificio».
Platero también comparte: «No hay como compartir con las personas, apoyar en las alfombras es una de las experiencias más bonitas, me puedo reunir con familia, amigos, o personas de grupos religiosos y pasar todo el día o planearlo durante la semana, consiguiendo los materiales, dibujando, etc., siento que es una forma para convivir, tanto con los niños, jóvenes y adultos, es una actividad muy importarte y de las que más disfruto hacer».
En conclusión, la Semana Santa es una época de profunda reflexión, fe y comunidad. Ya sea a través de la participación en los tradiciones religiosas, o nada más tomándose un momento para desconectar del ajetreo diario y enriquecer el espíritu, esta celebración ofrece una oportunidad única para reconectar con las creencias más profundas y explorar el sentido de comunidad y solidaridad con los demás. Que este año sea bien aprovechada esta oportunidad y, sobre todo, apropiarse de las lecciones y las experiencias más valiosas de este tiempo sagrado.
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