Según datos históricos, San Vicente fue fundado en 1635 por un grupo de familias españolas exiliadas de Apastepeque, Tepetitán e Ixtepeque. Este hecho ocurrió debajo de un árbol de Tempisque cerca del río Acahuapa. Durante el acto, las familias decidieron denominar a su nuevo barrio San Vicente de Lorenzana, nombre que luego cambió a San Vicente de Austria cuando recibió el título de ciudad en 1658 (Carranza, 2022). Desde entonces, la ciudad de San Vicente se ha mantenido fuerte, sobreviviendo a epidemias y grandes terremotos que amenazaron su integridad y la vida de sus habitantes.
San Vicente pueblo de los talares y molienda, es un departamento con una variedad de atractivo turístico de las ciudades más importantes y alberga algunas más populares para locales y extranjeros por igual. Cuenta con un sinfín de historia y paisajes increíbles.
Cuando llegues a la ciudad de San Vicente, lo primero que encontrarás es el hermoso centro histórico. Calles arboladas y conservan casas con el ambiente colonial que se mantiene a lo largo del tiempo.
Entre sus edificios más representativos del casco urbano se encuentran la histórica iglesia El Pilar, la imponente Torre de San Vicente y la catedral situada al frente de esta última. Esta iglesia fue construida para consagrarse como sede eclesiástica del departamento el 18 de diciembre de 1943. El diseño de la fachada es ecléctico con detalles artísticos de influencia neoclásica. En la puerta principal apreciaremos una impresionante representación de San Vicente Abad y Mártir en relieve y realizada en bronce.
La nave interna original de la iglesia se derrumbó después de los terremotos del año 2001, lo que obligó a una reconstrucción total. El nuevo diseño emula elementos arquitectónicos de la fachada. «A lo largo del zaguán despliega un camino de cerámica que conduce al altar mayor donde el imponente retablo de mármol del templo adorna este tramo», explica José Elías Rauda Gutiérrez párroco de la catedral de san Vicente.
Unos de los lugares más reconocido de la zona es la Torre de San Vicente que fue diseñada por el arquitecto francés Eugenio Basilio Crepiat como el autor principal de la pieza arquitectónica en la que se encuentra ubicado en el centro de la ciudad en el Parque de Cañas. La estructura fue dañada por un terremoto en 2001. Desde entonces se han realizado reparaciones, y la torre es una vez más el centro de muchas festividades. La ciudad cuenta con varias fiestas locales, que tienen lugar en el Parque Cañas.
Entre estos se encuentran los festivales gastronómicos, que se suelen realizar todos los meses. La Torre del Reloj de San Vicente, edificada entre los siglos XX por disposición del en aquel momento del presidente Pío Romero Bosque. Esta torre deslumbra día y noche. Con 40 metros de altura, es uno de los monumentos más importantes de la ciudad.
De igual forma, en la ciudad vicentina se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, que originalmente comenzó como una pequeña capilla hecha de adobe, cal y arena. Los primeros en construirlo a fueron José Merino y Manuela de Arce.
Demás en otra parte a destacar es el mirador de Jiboa. Desde allí se puede admirar la belleza de todo el valle y los majestuosos volcán San Vicente o Chinchontepec Para muchos, este volcán tiene la forma de una mujer recostada, visible incluso desde esta distancia. Se puede disfrutar de este coloso de cerca, se conoces que a sus pies se encuentran fumarolas y fuentes termales con grandes propiedades y beneficios para la salud.
Sus fiestas patronales tienen lugar todos los años entre el 13 y el 31 de diciembre para rendir homenaje a su patrón, San Vicente de Abad y Mártir. Aunque la celebración dura 20 días, los principales actos religiosos y culturales tienen lugar entre el 23 y el 25. También es la Misa de los Santos para los Vicentinos entre el 25 de octubre y el 3 de noviembre. Así como la fiesta en honor al Señor de Esquipulas el 15 de enero. Por otro lado, es importante señalar que durante estos eventos culturales y religiosos se puede degustar toda la gastronomía de San Vicente.
Se puede disfrutar de estos manjares y muchos otros, San Vicente celebra la fiesta gastronómica el último sábado de cada mes. Para concluir el departamento de San Vicente posee una sin fin de riqueza turística que marca muchos hechos históricos en el país conservando un ambiente colonial con una variedad de paisajes lleno de fauna y flora; sin duda es un departamento muy reconocido por los turistas.
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